jueves, 28 de abril de 2011

Nuevo Hogar

Este año empezamos a cursar en la nueva sede de Constitución. Es un edificio divino, con aire acondicionado, ventiladores, puertas, vidrios (¡Sí! Hay puertas en los baños y vidrios en todas las ventanas. ¡Es un sueño hecho realidad!) bancos, baños limpios.


La primera vez que fui quería llorar. Me pareció increible, gigante y súper agradable.


En la sede anterior siempre parecía que eramos miles, como si fuera un hormiguero. A la noche había embotellamientos para salir. Acá parece que nunca hubiera nadie (capaz tiene algo que ver con que curso los viernes de 20:00 a 23:00. Claro, ¿quién demonios va a estar en la facultad un viernes a las 11 de la noche?).


La nueva fábrica (le sigo diciendo fábrica porque esta también es una fábrica, aunque realmente no se nota, la arreglaron muy bien) queda muuuuuy cerquita del shopping. Tomo el mismo subte que tomé durante cuatro años, me bajo en la misma estación pero en vez de dirigirme al glamoroso edificio vidriado sobre la 9 de Julio me adentro en las profundidades de Constitución hasta que aparece, imponente y serio, mi nuevo hogar, que la verdad, me encanta.

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